La mujer sabia es aquella que abraza la sabiduría y acepta la disciplina, que reconoce lo genuinamente bueno y sigue la voluntad de Dios. La palabra de Dios dice: Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa. Proverbios 21:9. Esta mujer siempre está buscando pleitos, haciendo demandas y generando controversias que generan rencor. Es tan difícil aguantarla. No seas una mujer necia, sé una mujer virtuosa, practica la palabra de Dios y lograrás ser esa mujer sujeta y sabia a la cual todos querrán escuchar y prestar atención por las palabras edificantes que salen de su boca y, más allá de todo, porque esto agrada al Señor. Si quieres que él te mire con agrado, guarda tu corazón ante todas las cosas. Antes de quejarte, antes de murmurar por cualquier situación, adora a Dios y verás cómo siempre tendrás un ambiente de paz en tu casa. Si haces todo lo contrario, ni tu esposo ni tu familia querrán estar en un lugar donde no cesa el tormento. Entonces no serás tierra deseada ni contarás como alguien prudente, sino que serás tomada en poco por tu falta de carácter. Pídele a Jesús que domine tus emociones, sentimientos y temperamento. Dile que quieres ser un reflejo de él en la tierra, por el cual muchas vidas sean inspiradas debido a tu buen testimonio. Aparta de ti el hacer el mal, camina en rectitud, obediencia y sujeción y verás la gloria de Dios. ¡Bendiciones!